Ejercicio y dieta: Armas contra la disfunción eréctil
La disfunción eréctil, a menudo vista como un tabú, tiene en el ejercicio y la dieta dos poderosos aliados. Estudios científicos han demostrado que la actividad física regular y una alimentación balanceada no solo mejoran la salud cardiovascular, sino que también incrementan el flujo sanguíneo, elemento crucial para una erección satisfactoria. Adoptar estos hábitos no es solo una medida preventiva, sino una solución efectiva y natural que desafía la necesidad de medicamentos y tratamientos invasivos, marcando un antes y un después en la calidad de vida de los afectados.